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"MIRAMOS EL ÁRBOL Y NO EL BOSQUE"
Imperdible mano a mano de Hernán Crespo con el diario Olé.
El DT de Banfield, Hernán Crespo dio una nota mano a mano con el diario Olé en donde se lamentó por los puntos perdidos desde su llegada pero al mismo tiempo destacó todo lo logrado en tan poco tiempo.
Acá te dejamos la entrevista completa:
¿En qué momento te picó el bichito de ser entrenador?
Siempre me gustó la táctica, la estrategia... Tiene que ver con una necesidad. El de arriba no me dio la elasticidad y los abdominales de Ibrahimovic, la potencia de Adriano o la velocidad de Caniggia, je .... Necesitaba entonces de mucha interpretación y lectura del juego en mi etapa de futbolista. Saber a qué vamos a jugar para luego poder definir mi acción y aportar lo mío. Siempre estuve atento a los entrenadores... Cómo manejaban el grupo, cómo resolvían. A mí me gusta el entrenador que tiene un estilo reconocible. Si vas a ver una película de Tarantino, sabés con qué te vas a encontrar. Yo voy a ver a Guardiola y sé qué equipo voy a ver. Como al Cholo, a Bielsa...
¿Cuál sería tu ABC como técnico?
Para mí lo ideal es orden más disciplina táctica y que eso sirva para potenciar el talento. Soy metódico y dicen que se juega y se dirige como se vive. De chico cumplía horarios, el colegio, comer, viajar a River, volver, estudiar... Siendo así me fue bien. Y después está el respetar al nene que tenés adentro.
¿Cómo es eso?
Claro. ¿Por qué uno juega a la pelota? Porque hace goles, se la pasa al amigo... Cuando eras chico, ¿qué querías? ¿Pegarle de punta para arriba o pararla, gambetear y hacer un gol? Bueno, eso es lo que intento preservar. Si bien esto es un deporte y una profesión, no deja de ser también un juego. Esto no quiere decir que no se puede pegarle para arriba. El resultado es la obsesión y uno hace todo para ganar, pero a mí también me importa muchísimo el cómo.
Tenés una identidad, un estilo... ¿cuánto influye el lugar, el club, donde tenés que desarrollarlo?
Es fundamental eso porque tenés que saber el lugar en el que estás, las necesidades y los jugadores que tenés. El tiempo de trabajo también influye. ¿Es garantía de éxito? No. Pero seguro le irá mejor al club que no echa a un técnico cada tres meses.
Dentro de ese orden que buscás en tu equipo, ¿qué espacio hay para el desorden bien entendido, para la inventiva?
A mí me gusta el desorden ordenado. Está buenísimo que el volante se salga del molde y rompa líneas. Te doy un ejemplo: en un partido de pretemporada contra Arsenal, Bravo cortó una pelota en el medio. El estaba ordenado, bien posicionado y eso le permitió recuperar una pelota. Y ahí sacó un sablazo de 30 metros y la clavó en un ángulo: orden, disciplina y talento. Gambeteá, claro, pero hacelo de tres cuartos de cancha hacia adelante, no adentro del área. Ojalá venga uno, gambetee a tres o cuatro y haga el gol, pero yo, como entrenador, tengo que pensar que eso no va a ocurrir e imaginar un escenario peor. En ese caso, me preocupo pensando qué tengo que hacer para superar al rival a partir del juego colectivo.
Hay dos tipos de orden: el equipo que se ordena a partir de la pelota y el que lo hace sin ella. El que busca controlar el juego desde la posición y el que busca atacar los espacios. ¿Dónde estás?
A mí me gusta ser el dueño de mi propio destino. Yo quiero tener la pelota. Y cuando no la tengo, elegir dónde la quiero recuperar, en qué sector y coordinar movimientos para presionar de manera grupal. Después, cuando la tengo, aprender a jugar en espacios reducidos. Nuestra idea es muy simple: para lograr superioridad numérica lo hacés desde el pase o desde la gambeta. Si no encuentro pase, generar pasillos. Si se da en un sector del campo un 3 vs. 3, salir con el toco y voy, la famosa pared. Todo el tiempo trabajo sobre la superioridad numérica y en darle opciones de pase al que tiene la pelota. Yo hacía eso en mi época de jugador.
¿Recordás algún ejemplo?
Yo jugaba en el Parma y el 4 era Ze María o si no, Roberto Mussi. Jugábamos 4-42 y cuando el 4 salía jugando, yo bajaba por la posición del 8 generando un pasillo para ser opción de pase, para ayudar al avance de la jugada. Después, cuando llegué al Inter estaba Maicon. Yo bajaba para la descarga y veía que Maicon no me la daba y atacaba solo a toda velocidad por la banda. Yo tenía que agarrar una moto para llegar al área, ja... Un día le dije: “Maic, escuchame, yo bajo a darte una mano y vos encarás solo, te me vas”. Y me dice: “Cuando yo la agarro, vos esperame en el área”. Jaja... Depende entonces a quién tenés al lado. Cuando jugué con Messi era simple. Yo no me tenía que acercar a él sino alejarme un poco. Si te acercás, le llevás más rivales a su zona. Por eso depende de tus compañeros. A veces tenés que dejar que resuelva y en otras tenés que apoyar y ofrecerte para la pared.
¿Ves al futbolista argentino más habituado al desorden que al orden?
Veo poca lectura de juego. Hoy el entrenador pretende que el jugador lea mejor el juego porque hay menos espacio individual. El juego evoluciona constantemente y eso exige del jugador una mejor interpretación. Además, hay más información. Estornudás a los 20’ y el rival ya lo sabe. Y los futbolistas de hoy ven menos fútbol que los de antes. Eso sí lo noté. Pero no pasa sólo en la Argentina. Hay más opciones para desenchufarse... La PlaySstation, Netflix... Nosotros antes queríamos jugar a la pelota todo el día.
En los resultados deportivos no te fue bien hasta el momento. A Banfield le cuesta ganar. ¿Eso te lleva a dudar a vos y al plantel de la idea?
No. La idea no se cambia y no es de necio. Mis jugadores no miran el árbol sino el bosque. De 36 puntos saqué 11, sí. Pero hay otras cosas que también importan. El 90% del plantel renovó su contrato. ¿Por qué? Porque les llegaron ofertas y el club los retuvo. Ya eso es un resultado. Tenés a Urzi que fue citado a la Sub 20 y ahora a los Panamericanos. Tenés a Carranza que fue vendido en 6 palos. Todo eso ellos lo ven. Escuchan a rivales que les dicen “ustedes vuelan, che”. Es cierto que falta plasmar el trabajo en el resultado deportivo pero ya lo vamos a lograr.
La sensación en la Superliga pasada fue que merecieron más puntos. Pero de merecimientos tampoco se vive...
La verdad es que nos quedamos cortos con los resultados que conseguimos. Pero yo tengo la satisfacción de que ningún rival nos pasó por encima. Boca, por categoría, nos superó en la Bombonera pero ninguno nos superó desde el juego. Si hasta Alfaro dijo que Banfield manejó la pelota.
Según datos oficiales de la última Superliga, Banfield fue el equipo que menos convirtió en función de las ocasiones que tuvo. ¿Qué vuelta le buscaste?
Hago hincapié en eso todo el tiempo. Tampoco hay que olvidarse de que los chicos que jugaron de 9 tienen que tener su recorrido. Fontana, hasta que se lesionó, había hecho tres goles. Después se fue y vino Carranza, hizo cuatro y lo vendieron. Y erraron más de lo que hicieron, cosa que es lógica por la edad. La apuesta es Asenjo y ahora vino Junior Arias, quien nos podría dar esa serenidad y recorrido que los jóvenes no tienen.
Probaste jugar con dos 9 de área...
Intentamos jugar con dos 9 por esa falta de gol que notamos. Nos costaba porque nuestros mediocampistas no pisaban el área. Salvo que tengas un 9 letal, el resto acompaña. Pero nos costaba llegar. Entonces dijimos “si no llegamos con volantes, ponemos un doble 9”. Lo probamos mucho pero tenemos que encontrar un equilibrio. Con el 7 y el 11 y dos 9, en el medio te falta gente.
Contra River hicieron un gran partido en el que hubo persecuciones individuales por toda la cancha. ¿Influyó el rival para adoptar esa estrategia?
Sí, claro. Igual lo de las marcas personales era para tener una referencia, no comemos vidrio. Es difícil marcar mano a mano ante un equipo con tanta jerarquía individual. Pero vos fijate, Armani se revolcó para acá, para allá, lo ganábamos con mucho esfuerzo y River hizo dos toques y nos empató. Eso es categoría. Lo que debemos lograr es no darles espacios a los jugadores de categoría. Porque con espacios juego hasta yo con 44 años.
Arrancaron con una derrota ante Arsenal y un triunfo vs. Estudiantes. ¿Cómo vivís este momento en el que deben sumar puntos? ¿Ansioso, preocupado?
Estos días por el receso nos están viniendo muy bien. Cuando llegué al club en enero tuve tres semanas y empezó el campeonato. Ahora tengo dos semanas para entrenar con gente que elegí que se quedara y con gente que elegí que viniera. Espero ahora que todo el laburo que venimos haciendo se traduzca en puntos.
¿Sos de mirar y cambiar en base al equipo al que te enfrentás?
Sí, claro. Pero la idea no cambia. Nosotros tenemos una propuesta. Si el rival me ataca con uno, ¿para qué voy a defender con cuatro? Por ahí digo “vamos a combinar más por este costado que el rival ahí es más débil”. Lo que no cambia es la seguridad de la pelota, tratar de salir jugando bien, ser protagonistas, tener obligaciones y responsabilidades a la hora de coordinar movimientos cuando la tenés y cuando la perdés.
¿No escuchaste planteos sobre cambiar ante la falta de resultados, como jugar de contra o poner dos líneas de 4?
Es que eso tampoco es garantía. ¿Quién te asegura que así vas a ganar o no vas a perder? Pasa que hay poco poder de análisis. Creo que los entrenadores, la manera que tenemos para enriquecer el fútbol es intentando jugar bien. Eso trae satisfacciones desde lo anímico y hasta desde lo económico. Es más fácil vender a un jugador que tira paredes y hace goles o a un lateral que pasa bien al ataque que a un 2 que le pega de punta. Yo, comprador europeo, elijo al 2 que intenta salir jugando además de defender bien.
¿Cuáles son los equipos que más te gustan del fútbol argentino?
Vélez. Por lo que propone el Gringo Heinze. Me gusta la idea que tiene, las rotaciones que hace... También me gusta Gaby Milito como entrenador. Después depende siempre de los jugadores, claro. Pero Estudiantes tiene su mano. Como en Vélez, donde se nota una idea definida. Te das cuenta.
¿Y cómo ves a nuestro fútbol?
Divertido. Es un lugar donde juegan los chicos que no tienen experiencia, los que pegaron la vuelta y los que nunca arrancaron. Es una ensalada. ¿Por qué el fútbol argentino es divertido? ¡Porque puede pasar cualquier cosa! En las ligas importantes de Europa, los equipos grandes generalmente ganan. El Atleti le va a ganar al Getafe, el Real Madrid le va a ganar al Rayo Vallecano... Allá hay más lógica. Acá, cualquiera le puede ganar a cualquiera porque esto es un quilombo. Los grandes como Boca y River por ahí guardan un poco en el torneo porque se dedican más a la Copa y eso provoca que el campeonato local sea más parejo. Pero ojo, cuando yo llegué, River estaba 12° y después terminó tercero. Si arranca, te mata.
¿Le das mucha importancia al análisis de videos, a los gps...?
Sí. Son datos que sirven. Yo puedo tener una idea, pero los datos son realidad objetiva. Es mostrarle a un jugador los metros que hace cuando se olvida de presionar la salida y entonces todo el equipo tiene que correr para atrás. No es mi opinión, es real y ahí tenés la imagen para comprobarlo.
¿Cómo DT te trazás objetivos?
No. Cuando era jugador soñaba con llegar a la Primera de River, con ser campeón, con jugar en Italia, con la Selección. Por suerte no me quedó nada pendiente. Pero como DT es paso a paso. Siento que demostré que tenemos una identidad y que soy un buen entrenador. ¿Los resultados deportivos no se dieron hasta ahora? Sí, pero imaginate cuando lleguen, porque van a llegar.
FUENTE: Diario Olé
Publicado el: 11/8/2019
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